PABLO RUIZ PALLARDÓ Y JAVIER ARMERO IRANZO
Ayer domingo 13 de abril, en una
excursión ornitológica por montes y campos de Requena pudimos comprobar las
primeras llegadas de distintas especies de aves a la comarca en esta primavera.
Así, en un transecto ornitológico
por las orillas del río Magro entre los cascos urbanos de Requena y El Pontón
detectamos un ejemplar de torcecuello Jynx
torquilla que cantaba desde lo alto de un nogal del bosque de ribera. Esta
especie es muy detectable en esta época, precisamente por emitir su sonoro
reclamo. Habita principalmente las choperas y otras formaciones caducifolias,
típicas de los sotos fluviales de la comarca, aunque se piensa que como
reproductora no es ciertamente común, ni mucho menos.
Torcecuello capturado para anillamiento científico. Foto: Toni Polo / Fons Fotogràfic SVO.
Además, se confirmó el paso de
varios paseriformes que no crían en la demarcación, pero que sí son
relativamente frecuentes en la época de migración; concretamente se pudieron
avistar una curruca zarcera Sylvia
communis, un papamoscas cerrojillo Ficedula
hypoleuca y varios ejemplares de mosquitero musical Phylloscopus trochilus.
Papamoscas cerrojillo. Foto: Carlos Sáez / Fons Fotogràfic SVO.
Mosquitero musical capturado para anillamiento científico. Foto: Toni Polo / Fons Fotogràfic SVO.
En un recorrido posterior por las
laderas arboladas del cerro del Telégrafo (828 m), a escasa distancia del casco
urbano de Requena, se confirmó la arribada de otra especie estival en nuestro
municipio: el bisbita campestre Anthus
campestris. Este pájaro, que mantiene densidades relativamente bajas en la
comarca de Requena-Utiel, habita los claros de los bosques, baldíos montanos y
laderas de matorral con espacios abiertos desde donde gusta posarse en lugares
prominentes del estrato arbóreo.
Bisbita campestre. Foto: Carlos Sáez / Fons Fotogràfic SVO.
Ya en los estanques de riego de
El Pontón, el número de especies de aves acuáticas fue ciertamente alto, ya que
nos encontramos en las semanas en las que se sedimentan muchas aves acuáticas
variadas inmersas en sus viajes migratorios que las llevarán a sus habituales
localidades de cría.
Se detectaron 2 garzas reales Ardea cinerea, 3 garcetas comunes Egretta garzeta, 21 zampullines comunes Tachybaptus ruficollis, 54 ánades
azulones Anas plathyrynchos, 1 ánade
friso Anas strepera, 2 cucharas
comunes Anas clypeata, 14 gallinetas Gallinula chloropus, 3 fochas comunes Fulica atra, 56 cigüeñuelas Himantopus himantopus, 16 chorlitejos
chicos Charadrius dubius, 1 archibebe
fino Tringa stagnatilis, 11 andarríos
bastardos Tringa glareola, 4
andarríos grandes Tringa ochropus, 2
andarríos chicos Actytis hypoleucos,
1 fumarel cariblanco Chlidonias hybrida
y 31 lavanderas boyeras Motacilla flava.
Andarríos bastardo. Foto: José Llácer / Fons Fotogràfic SVO.
A destacar la presencia del
archibebe fino, presente aquí al menos desde el jueves 10 y el alto número de
andarríos bastardos y cigüeñuelas, quizás por la idoneidad del lugar debido a
la bajada del nivel hídrico en los últimos días del balsón grande y que ha
dejado una extensa y fina lámina de agua cubierta de algas y materia orgánica.
Ello también ha favorecido a la lavandera boyera, que en alto número también
recorre este sustrato que le favorece. Llama la atención que entre los
individuos de esta especie se haya podido citar a la vez nada menos que tres
subespecies distintas: la centroeuropea flava,
la inglesa flavissima y la ibérica iberiae.
Lavandera boyera. Foto: José Llácer / Fons Fotogràfic SVO.
La migración primaveral está
ahora en todo su apogeo. Por cualquier rincón de la comarca de Requena-Utiel se
hace visible, tanto en montes y campos como en los espacios ligados al medio
acuático. Es por tanto, un excelente momento para salir al campo y disfrutar de
él.
PABLO RUIZ PALLARDÓ Y JAVIER
ARMERO IRANZO
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