|
Buitre leonado (Gyps fulvus) |
La Sierra de la Bicuerca es uno de los rincones donde bulle la vida
salvaje en la comarca de Requena Utiel.
Esta sierra que pertenece al Sistema
Ibérico y es su extremo más meridional, tiene una pequeña extensión pero
una altura respetable con los 1.116,94 metros sobre el nivel de mar que alcanza
su mayor monte, el Pico de la Bicuerca.
|
Sierra de la Bicuerca |
La mañana 17 de julio de 2020 madrugué
para realizar un recorrido y poder disfrutar la riqueza de estas montañas que
tienen una orientación Norte-Sur y se la reparten los términos de Fuenterrobles al oeste, Utiel al este y Camporrobles al noroeste. El topónimo de Bicuerca es singular
quizás quiera decir dos cuerdas, las dos líneas montañosas que protegen un
estrecho valle en el centro.
|
Reconstrucción de un telar ibero en Kelin |
Dejé el coche cerca del Collado de Bicuerca que tiene unos
respetables 1.029,67 metros de altitud, dejé a mi espalda el Cerro de la Peladilla donde se
encuentran los restos de un poblado ibero fortificado ocupado entre los siglos III
y II a.C. Debió ser una atalaya de vigía para proteger la próxima ciudad de Kelin que fue el centro comarcal en la
edad de Hierro, entre los siglos VII y I a.C. Los Villares o Kelin estaba
situada donde hoy se encuentra Caudete
de las Fuentes, fue un oppidum
fortificado ibero de unas 10 hectáreas de extensión que quedó totalmente
arrasado el año 75 a.C., cuando Pompeyo
incendió Kelin en las guerras
civiles romanas, como castigo por el apoyo de la población al general Sertorio, la ciudad arrasada nunca más se levantó.
|
Reconstrucción de un encuentro comercial de la nobleza de Kelin con un fenicio |
Al sur del
Collado de Bicuerca también se alza otro de los puntos históricos
de
Fuenterrobles, el
Cerro del Telégrafo con 1.091,87 msnm.
En el año 1845 en esta montaña se construyó una de las torres de la segunda
línea de
telegrafía óptica española que
comunicaba Madrid y Valencia.
|
Ruta Bicuerca |
La infraestructura se abandonó diez años después cuando
se desarrolló la
telegrafía eléctrica,
en la comarca quedaron abandonadas un total de 5 torres de las 30 que unían
ambas capitales.
|
Cerro del Telégrafo |
Inicié camino dirección norte a
media ladera, a la altura donde se encuentra el tótem escultórico de Emilio
Gallego llamado “Piedras al aire.
Canto a la Naturaleza en Espiral”. En esta ladera que reseca el sol de la
tarde crece un claro matorral mediterráneo dominado por arbustos como el romero (Rosmarinus officinalis), espliego (Lavándula
officinalis), tomillo (Thymus vulgaris), brezo (Erica multiflora), Coscoja (Quercus
coccifera) y aulagas (Genista
scorpius). Entre ellos destaca un alto y solitario Pino laricio (Pinus nigra) que alcanza los 9’25 metros de altura. El sol
todavía no había rebasado las cumbres de la sierra cuando entre las sombras se
levantó de su encame con desgana un Búho
real (Bubo bubo hispanus) mientras cantaba un Alcaudón meridional (Lanius meridionalis meridionalis).
|
Abejaruco europeo (Merpos apiaster) |
Gané altura siguiendo la antigua
senda de Fuenterrobles a las Cuevas de Utiel y cerca de una caseta
encontré una familia de Collalba rubia
(Oenanthe hispanica). La vegetación empezó a ganar porte, en las partes más
resguardadas crecen algunos bosquetes de Pino
carrasco (Pinus halepensis) desde donde cantaba la Alondra totovía (Lullula arborea) y espesos matacanes donde lo
hacía la Curruca rabilarga (Sylvia
undata).
|
Cardera (Vanessa cardui) |
En lo alto de la cuerda que
separa las dos vertientes una estrecha senda sigue dirección norte ganando
altura muy cerca de la cumbre del Pico
de la Bicuerca. Gracias a la mayor humedad el pinar crece recto y da sombra
al Sendero Pequeño Recorrido PR-CV 406
que discurre entre la cumbre y unos modestos cortados rocosos. En ellos
descansaban 3 enormes ejemplares de Buitre
leonado (Gyps fulvus) que debían haber pasado la noche y esperaban las
corrientes de aire caliente del mediodía para alzar el vuelo, ante mi presencia
debieron adelantar el despegue.
|
Collalba rubia (Oenanthe hispanica) |
Antes de llegar al Cerro de las Majuelas la senda pierde altura
bajo un bosque umbroso donde encontré Arrendajo
euroasiático (Garrulus glandarius), Mirlo común (Turdus merula), Mito común
(Aegithalos caudatus), Mosquitero papialbo (Rhadina bonelli), juveniles de Petirrojo europeo (Erithacus rubecula)
y Pinzón vulgar (Fringilla coelebs).
Aquí crece algún pino rodeno (Pinus
pinaster), carrascas (Quercus ilex)
y sabinas (Juniperus phoenicea) de
buen porte, lentisco (Pistacia
lentiscus) y Madroño (Arbustus
unedo).
|
Sympetrum fonscolombii |
Por el fondo del estrecho valle central
de la Sierra de la Bicuerca hay campos
de cereal que ya estaban segados. Aquí coincide el trazado de varios caminos
singulares, el del Camino de la Lana
que es la ruta de peregrinación jacobea que une València con Cuenca. Ambas ciudades están
separadas por 250 Km que se realizan a pie en diez jornadas. La ruta sigue de Cuenca hasta Burgos
donde enlaza con el tradicional Camino Francés.
Esta tranquila pista arenosa también forma parte del GR-238 Tierra del Vino y del Camino
de la Vera Cruz.
|
Casa de la Bicuerca |
Seguí junto a la seca Fuente de la Bicuerca que antes permitía la vida
en la Casa de la Bicuerca que hoy está en
ruinas además del cultivo de estas tierras. Allí observé Abejaruco europeo (Merpos apiaster), Paloma torcaz (Columba palumbus),
Pardillo común (Linaria cannabina mediterranea), Serín verdecillo (Serinus serinus),
Vencejo común (Apus apus) además de una mariposa Cardera (Vanessa cardui) y dos libélulas: la Sympecma fusca y la Sympetrum
fonscolombii.
|
Sympecma fusca |
Este también es el
Camino Viejo de Cuenca que en
la Casa
de la Bicuerca se une a la comarcal de
Fuenterrobles
a las
Cuevas, desde allí se observa buena
parte del término de
Utiel y los
generosos viñedos
Hoya de Cadenas.
Esta es una finca del siglo XIX que en sus instalaciones además de una bodega
visitable se encuentra el
Museo Arte en
barrica, allí hay colección de recipientes decorados por artistas
valencianos.
https://www.hoyadecadenas.es/
|
Pinzón vulgar (Fringilla coelebs) |
Regresé hasta donde tenía el
coche y al pasar por Fuenterrobles recordé
que esta población fue fundada como un mayorazgo que pertenecía al municipio de Requena en 1578. Ya entonces era una
localidad célebre porque según la tradición en la pequeña cueva del paraje de Covarrobles, cercano al cerro de Juan Benito, estuvieron presas
las hijas del Cid y allí recibieron azotes
a manos de los Condes de Carrión.
|
Fuenterrobles |
Texto y fotos de Rafa Muñoz 2020
|
“Las hijas del Cid” de Dióscoro Puebla 1871. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario