El domingo 11 de enero una imagen triste
dominaba un lugar antes lleno de vida a las puertas del mismo Requena, la balsa
de riegos de la Comunidad de Regantes de Campo Arcís en la localidad de El
Pontón que antes tenía muy buenos números de aves acuáticas durante el invierno
en una comarca de interior que ahora estaba tristemente vacía de vida.
Un cazador acosaba tirando piedras a las
zarzas en espera de que saliera algo, escopeta en ristre. Primero la sequía y luego
la caza que incluso llegó a cortar las vallas que mantenían la tranquilidad de
las aves, han conseguido que ese domingo solo quedara un triste cormorán grande
y tres avefrías.
Otros años en estas mismas fechas se podían
observar un centenar de ánades azulones, fochas, gallinetas y zampullines que descansaban
y se alimentaban aquí. Sirvan estas líneas para pedir un poco de cordura a
autoridades y ciudadanos para que respeten este pequeño oasis húmedo en una comarca
de interior. Los cazadores deben recordar las normas sobre las distancias de las armas de fuego con caminos
transitados por paseantes y ciclistas, así como la integridad y respeto a una
propiedad privada que además está vallada y que frecuentemente refugia a especies protegidas.
Como despedida una estampa de esperanza del mismo domingo en Requena donde
un gorrión común devoraba con avidez los restos de una porra caída en el suelo, regalo muy nutritivo que le permitirá acumular grasas para pasar otra noche heladora.
Texto y fotos de Rafa Muñoz 2015.
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