El pasado domingo 14 de enero se celebró la séptima edición del CENSO DE AVES ACUÁTICAS INVERNANTES EN AGUAS DE INTERIOR. Tuve la suerte de compartir censo con un numeroso grupo de aficionados a la ornitología:
Rafa López, Daniel Domingo y Toñi del SVO Requena-Utiel, Miguel y Alejandro de Nules, Ciro Pascual, Cristina Beseler, Eloi Ribeiro, Cristina, Miguel Garzón, a los dos Alfonso Agarmendia y al joven Agarmendia.
Sobre el censo ya publicaremos datos cuando finalicemos la recogida de datos. Como decía nosotros nos encargamos del "enorme" embalse de Contreras, a caballo entre Valencia y Cuenca. Entrecomillar el adjetivo de enorme se debe a lo menguado de su caudal. El espectáculo era observar la estéril superficie dejada al sol tras la retirada de las aguas. Donde en 2004 se observaba un mar entre pinos y montañas, hoy encontramos los antiguos meandros del Cabriel, con los esqueletos resecos de los árboles de ribera, con viñas, hormas y cimientos de antiguos rentos.
Ante tal panorama el descenso de aves acuáticas invernantes era muy significativo, antaño hasta 180 cormoranes, el domingo apenas 13 ejemplares. Idéntico descenso con los somormujos lavancos, antes 80 este invierno10. Por contra los ánades azulones mantenían buenos números, este año 48. Este panorama en el cauce medio, en la zona cercana a la presa el panorama era más desalentador si cabe. Las obras del AVE implican un nuevo viaducto paralelo a la actual autovía. Los Buldózer trabajaban sin descanso y los gigantescos volquetes dejaban caer su carga de piedras al fondo del embalse. Ver fotos.
Llegamos a la presa y pronto cambiamos el semblante, primero dos acentores alpinos (Prunella collaris) sobre el pretil, y después un Treparriscos (Tichodroma muraria) a los pies de la presa casi debajo del cartel indicador de Comunidad Valenciana, dentro por tanto de nuestra Comunitat. Más tarde una pareja de Águila-azor Perdicera (Hiearaaetus fasciatus) huyendo del estruendo de las obras.
Acabamos la mañana con una comida con productos típicos de nuestra comarca, embutido, bollo y vino, en Hortunas. Por la tarde como broche inesperado nos acercamos a la balsa de riegos de El Pontón, Requena, para observar un Tarro Canelo (Tardona ferruginea) que presentaba un plumaje en mal estado y una tolerancia a nuestra presencia que apuntan a un escape, pese a no portar anillas.
Texto y fotos de Rafa Muñoz.
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