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Las aves de los sotos del río Magro

 

Reconstrucción fotográfica de escena de caza de gavilán (protagonista real) y bando estornino negro (extras)

Hortunas, 12 de octubre de 2020

Esa mañana realicé un recorrido por el valle del río Magro poco antes de abandonar el término de Requena. La mayor parte de las observaciones las hice en la cuadrícula UTM XJ76. Fue un recorrido circular de 6 kilómetros entre la Canaleja y las Quinchuelas, regresando por la CV-429, la comarcal entre Yátova y La Portera.


Pico picapinos (Dendrocopos major)

A las 8 de la mañana cuando todavía no había levantado el sol en la Canaleja se veían muy activos los pícidos. En este tramo hay dos parejas de Pito ibérico (Picus sharpei) y cuatro o cinco de Pico picapinos (Dendrocopos major). Adjunto mapa con los territorios.


Territorios de Pito ibérico y Pico picapinos en Hortunas, Requena

Las choperas se visten de tonos ocres, amarillos y rojizos lo que convierte un paseo otoñal en un deleite para los sentidos. Entre las huertas, cultivos hay muchos barbechos agostados, donde crecen enormes pies de Hinojo que están repletos de caracoles, allí predomina el amarillo que contrasta con el rojizo de la viña y el morado de las racimas que no han recogido los vendimiadores.


Pito ibérico (Picus sharpei)

En esta zona hay unas 20 parejas de Estornino negro (Sturnus unicolor) que en otoño e invierno se vuelven gregarias, se agrupan en bandos. En grupo aumenta su protección frente a predadores y localizan mejor los recursos alimenticios. En estos bandos también se puede encontrar al Estornino pinto (Sturnus vulgaris) pero en Hortunas de momento solo están los sedentarios estorninos negros.


Bando de estorninos

Cuando estas aves detectan predador levantan el vuelo y se juntan mucho formando un bando llamado "sort sol", traducido sería como sol negro. Los ornitólogos británicos les llaman “Murmuration starlings” (Murmullo de estorninos). Estos grupos, a veces de varios miles de aves, se mueven cambiando la dirección de vuelo al unísono, esto provoca que un predador no pueda apuntar a ningún individuo concreto y por lo tanto falle el ataque aunque sea tan rápido como un halcón peregrino en un picado.


 Estornino pinto (Sturnus vulgaris)

Estas aves también acostumbran a reunirse antes del anochecer en bebederos donde además se bañan, después alzan el vuelo y se agrupan, entonces realizan algunas acrobacias, luego se dirigen a un dormidero comunal donde gracias a su elevado número además de la protección consiguen pasar la noche más calientes. Se desconoce cómo logran coordinarse en vuelo, es como un magnetismo por el que siempre mantuvieran a una mínima distancia con sus vecinos y no chocan nunca. Hay teorías que aseguran que lo logran gracias a mecanismos neuronales que les permiten sincronizar los movimientos.


 Estornino negro (Sturnus unicolor) 

Esa mañana observé un bando prieto de unos 80 estorninos negros, supuse que debía haber un predador y no tardé en comprobar que sobrevolaba la zona un Gavilán común (Accipiter nisus). Desaparecido el predador los estorninos volvieron a su deambular entre la vegetación de ribera para alimentarse.


La Canaleja

Además encontré 2 grupos familiares de Arrendajo euroasiático (Garrulus glandarius), 3 grupos de Carbonero común (Parus major) y un Cuervo grande (Corvus corax) que cantaba al amanecer.


Abubilla (Upupa epops)

No logré encontrarla con la vista pero cantaba una Alondra totovía (Lullula arborea). Observé 3 grupos diferentes de Curruca capirotada (Sylvia atricapilla), un solo Alcaudón meridional (Lanius meridionalis meridionalis), una pareja de Cernícalo Vulgar (Falco tinnunculus), una Abubilla (Upupa epops), se oían los cantos de cuatro ejemplares distintos entre la vegetación del cauce de Cetia ruiseñor (Cettia cetti), así como aves en migración como el Avión común (Delichon urbicum) y la Golondrina común (Hirundo rustica).


Piquituerto común (Loxia curvirostra)

Un ejército de pequeñas aves alegró mi paseo, algunas con sus cantos como el Cistícola buitrón (Cisticola juncidis), otras haciendo acrobacias en lo más alto de los chopos como el Herrerillo común (Cyanistes caeruleus), Jilguero europeo (Carduelis carduelis), Lavandera blanca (Motacilla alba), Mirlo común (Turdus merula), Mito común (Aegithalos caudatus), Mosquitero común (Phylloscopus collybita) y un grupo familiar de Piquituerto común (Loxia curvirostra).


Estornino negro (Sturnus unicolor)

Se levantaron con el típico palmoteo de alas cuatro ejemplares de Paloma torcaz (Columba palumbus), entre los escaramujos un grupo de Pinzón vulgar (Fringilla coelebs), Tarabilla europea (Saxicola rubicola), Verderón común (Chloris chloris), Zorzal charlo (Turdus viscivorus) y Zorzal común (Turdus philomelos).


Mirlo capiblanco (Turdus torquatus)

La sorpresa de la jornada me la dio una especie que no había visto nunca aquí, un Mirlo capiblanco (Turdus torquatus) que sin duda estaba en paso activo.


Gavilán común (Accipiter nisus)

Otras especies que pude ver esa jornada fueron una Liebre ibérica (Lepus granatensis) y ahora empiezo a prestar atención a los caracoles, intento aprender a identificarlos y me ayudó Toni López. Creo que encontré: Theba pisana, Caracol común de jardín (Helix aspersa), una Caracola (Rumina decollata) y Cernuella Virgata.



Texto y fotos de Rafa Muñoz.

CON LAS LLUVIAS Y EL AGUA REGRESAN LAS AVES AL PONTÓN.


8 de octubre de 2016.


Regresaron las lluvias a la comarca y con ellas las aves a la balsa del Pontón que ha sufrido un duro año de sequía, sin duda ha sido el peor de los últimos 16 años. El sábado al atardecer la balsa pequeña estaba prácticamente llena tenía 4 Focha común (Fulica atra), 13 Zampullín común (Tachybaptus ruficollis) y 3 Gallineta común (Gallinula chloropus).


En la balsa grande hay todavía muy poca agua pero es suficiente para dar cobijo a 58 Ánade azulón (Anas platyrhynchos), 4 Andarríos grande (Tringa ochropus), 1 Cerceta común (Anas crecca), 3 Cuchara europeo (Anas clypeata), 2 juveniles de Flamenco común (Phoenicopterus roseus) y 1 Gaviota reidora (Larus ridibundus).


Todavía se veían 8 Golondrina común (Hirundo rustica) que pronto abandonarán la península para pasar el invierno en África. También destacaban buenos números de Lavandera blanca (Motacilla alba) con 24 ejemplares. Sobrevolaron 8 Grajilla occidental (Corvus monedula) dirección Requena donde pasarán la noche, hará falta que lleguen los fríos para que todos los ejemplares de la comarca se junten en un gran dormidero comunal al abrigo de los grandes pinos de los jardines de la localidad.


Otros que ya van agrupados eran los Estornino negro (Sturnus unicolor), varios bandos bajaron a bañarse y beber antes de ir a dormir, uno de los grupos que pude fotografiar contaba con 704 ejemplares, lo que me permite aventurar que serán unos 1.500 los estorninos negros de Requena y de la Vega del río Magro.


Texto y fotos de Rafa Muñoz.                            

 


Cumplimos 10 años con el BLOG.

LAS AVES URBANAS II


La Tórtola turca (Streptopelia decaocto).



La Tórtola turca es un claro ejemplo de éxito gracias a una reciente expansión bien documentada; en 1932 sus poblaciones se localizaban en la zona de los Balcanes, desde entonces hasta 1956 se empezó a expandir por toda Europa central y llegó a Gran Bretaña donde se constató la primera reproducción ese mismo año. Ya en 1966 ya había saltado y ocupado todas las islas grandes. 

De Francia saltó a la península ibérica y tenemos las primeras citas en 1972 en la cornisa Cantábrica, la primera reproducción se documentó en Santander en 1974, desde ahí en tres ramas comenzó la expansión peninsular, una ocupó todas las zonas costeras del norte de España, otra corriente cruzó la cordillera cantábrica y se expandió por el centro peninsular y por último otra rama se expandió siguiendo el valle del Ebro y llegó al Mediterráneo, ya en los años noventa colonizó Baleares y Canarias. 

Su expansión parece estar favorecida por el aumento de temperaturas que le permitió prosperar en centro Europa, para ello se ayudó de la costumbre que tienen las tórtolas turcas que durante sus dos primeros años de vida se alejan y establecen en localidades cercanas hasta unos 100 km de distancia, mientras que las aves adultas permanecen sedentarias en las localidades donde anidan. otra causa que ayudó es que esta especie puede reproducirse en cualquier época del año, siendo el periodo habitual entre los meses de febrero a octubre y además realiza varias puestas con lo que compensa lo reducido de sus puestas que son solo de 1 o 2 huevos.


El Estornino negro (Sturnus unicolor)



Esta especie se distribuye por el Mediterráneo occidental, básicamente está centrada en la península ibérica, en las costas del norte de África hasta Túnez, en Sicilia, Córcega y Cerdeña. 

No hay que confundirlo con su pariente centroeuropeo el Estornino pinto (Sturnus unicolor) que viene a pasar los inviernos y se concentra en grandes bandos de hasta varios miles de individuos, al anochecer debajo de sus dormideros los excrementos pueden llegar a ocasionar molestias. Pero nuestro estornino negro prefiere grupos más pequeños y además es un gran cantor que gusta de ampliar su variado repertorio imitando a otras especies, al atardecer acostumbra a entonar sus frases con una buena potencia que llena de alegría lo alto de nuestros tejados y antenas. Otra de las peculiaridades del estornino es que en primavera y verano consume buenas cantidades de invertebrados mientras que en otoño e invierno prefiere ampliar su dieta añadiendo los frutos y semillas que tenga disponibles.


La Lavandera blanca (Motacilla alba)



Debe su nombre a que gusta de caminar incansable cerca de arroyos y puntos de agua atrapando sus presas. Es un ave insectívora que diezma las abundantes larvas de moscas y mosquitos que se desarrollan en los encharcamientos, por tanto respetar a esta elegante andarina. En nuestro país es sedentaria y ocupa muchas poblaciones, parques y campiñas evitando las zonas muy áridas y los bosques muy densos. Todos los inviernos vienen muchas lavanderas europeas huyendo de la escasez de recursos que provocan los fríos inviernos y aumentan el número de lavanderas que corretean por nuestras calles, jardines y ramblas.


El Colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros)



Como la lavandera esta especie es sedentaria e insectívora a la que en otoño e invierno se suman muchos congéneres centroeuropeos. A los colirrojos los podemos encontrar no sólo en nuestros pueblos, también en campos y huertas, gustan posarse en oteaderos agitando su cola que viste un llamativo rojizo que nos sirvió para ponerle el nombre. Al principio los colirrojos se reproducían en roquedos pero pronto se dieron cuenta que nuestros tejados y terrazas eran similares y además podían alimentarse con facilidad gracias a los muchos invertebrados que hay en las ciudades. Sus puestas son de entre 2 y 8 huevos, sitúan sus nidos que son una especie de copa de ramitas, musgo y plumas en agujeros, en repisas techadas y estantes de lugares tranquilos.


El Mirlo común (Turdus merula)



Esta ave de la familia de los túrdidos es de tamaño mediano, el macho va vestido de un color negro brillante, con un llamativo pico y  el anillo ocular amarillos, las hembras y juveniles tienen un plumaje más sobrio de color marrón oscuro. Se pueden confundir con los también enlutados estorninos negros de los que se diferencia, entre otras cosas en el tamaño y que los mirlos prefieren ir solos y corretear por jardines con árboles y setos rebuscando lombrices y todo tipo de insectos, en otoño complementan su dieta con frutos y bayas. Tienen un característico grito de alarma que lanzan con estruendo cuando se sienten amenazados y de un salto salen volando para refugiarse en la espesura.


El Cernícalo vulgar (Falco tinnunculus)



Este pequeño halconcillo de unos 75 centímetros de envergadura gusta de patrullar muchos rincones de nuestros pueblos y campos circundantes en busca de sus presas, para ello llega a quedarse en vuelo quieto sobre un punto, cernido con sus poderosos aleteos y con la cola abierta en abanico, con la mirada fija en alguna posible presa, de ahí su nombre. Se alimenta de saltamontes, lagartijas y ratoncillos, pero como buen cazador oportunista no desprecia algún pajarillo herido o  caído del nido. Respetemos a este pequeño predador que mantiene a raya a roedores e insectos. En el occidente comarcal había cernícalos primillas (Falco naumanni) pero se extinguieron y ahora Consellería tiene proyecto para reintroducirlos en Camporrobles.







Fotos y texto de Rafa Muñoz 2016.