POLLOS VOLANDEROS LLENAN LOS CAMPOS.


24/06/07.


El domingo tenía que realizar la última jornada de censo para el Atlas de las Aves de la Comarca de Requena-Utiel en la cuadrícula de El Derramador y Roma. El calor empezaba a apretar por lo que la primera labor del día es realizar las estaciones de escucha. Pocas sorpresas salpicaron la mañana pero si fue muy entretenido el comprobar la cantidad de grupos familiares, cebas, adultos con sacos fecales y pollos volanderos de todas las especies más comunes de esta zona del altiplano valenciano.



Jóvenes de pito real (Picus viridis) independizados, gorriones molineros (Passer montanus) con ceba, grupos familiares de verderones (Carduelis chloris), de verdecillos (Serinus serinus), de jilgueros (Carduelis carduelos) y de pardillos (Carduelis cannabina). Perdices (Alectoris rufa) con diferente éxito desde una con un solo pollo pequeño a una acompañada de nueve perdigachos grandes. Los críalos (Clamator glandarius) estaban esperando los primeros vuelos de sus pollos en los abundantes nidos de urraca (Pica pica). Una atareada pareja de zarceros comunes (Hippolais polyglotta) alimentando a cuatro volanderos insaciables del mismo tamaño que sus progenitores. Ruiseñores comunes (Luscinia megarhynchos) custodiando a pollos volanderos y advirtiéndoles de mi presencia para que se ocultaran entre las zarzas. Las rapaces no faltaron, los habituales de la zona, un busardo ratonero (Buteo buteo), un águililla calzada (Aquila pennata) de fase clara y dos parejas de cernícalos vulgares (Falco tinnunculus).



La balsa de El Pontón, con su colorido habitual, a seis tarros canelos (Tadorna ferruginea) le acompañaban 6 cigüeñuelas (Himantopus himantopus), chorlitejos chicos (Charadrius dubius) acompañados por pollos y un grupo de cuatro andarríos grandes (Tringa ochropus) que ya están en paso postnupcial.



Mensaje y fotos de Rafa Muñoz en el FORO SVO Aves.


ESCRIBANO HORTELANO EN EL TEJO


14/06/07

Hola a todos. Hoy me he subido al Pico del Tejo, buscando la espectacular floración que estos días nos ofrece una de las plumbagináceas del género Armeria que tenemos en la comarca. Me refiero a la Armeria alliacea. Numerosos ejemplares poblaban las zonas más elevadas de la sierra, dotándola de un bonito color blanco. Allí arriba, mientras bajaba hacia la cara norte para comprobar el tiempo que le falta para florecer a la Potentilla caulescens, he visto sin que ellos me vieran a mi, a unos escasos 20 metros a grupito de jabalíes, buscando raices y tubérculos. Los pobres se han llevado un gran susto al ver la temible silueta de un humano, y han salido despavoridos. Posteriormente he seguido pajareando y mi sorpresa ha sido encontrar entre varias parejas de currucas tomilleras (Sylvia conspicillata), un bonito macho de Escribano hortelano (Emberiza hortulana), cantando en su típico posadero. Así como en otras zonas es abundante y muy fácil de ver, la verdad es que en la comarca es bastante escaso, así es que, a ver si cría y podemos seguir disfrutándolo.

Esta cita del E. Hortelano, de confirmarse, sería la primera cita de cría en la comarca de la que solo tenemos dos registros anteriores ambos en paso prenupcial, una en Sinarcas y la otra en Utiel.

Cita de Víctor París en el FORO SVO Aves. Foto David Gómez Collado.

AVES EN LAS CASAS DE UTIEL.



10/06/07.

El pasado domingo realicé la tercera jornada de censo en la cuadricula de Caudete de las Fuentes, en concreto en la zona de Las Casas de Utiel. Inicié las estaciones de escucha en una zona de cultivo intensivo de viña emparrada, solo rompía la monotonía alguna tabla aislada de cereal. Presuponía que pocas especies me alegrarían la mañana, pero por suerte la cosa empezó interesante. A las típicas cogujadas comunes (Galerida cristata) y las collalbas rubias (Oenanthe hispanica) enseguida se le añadieron alondras comunes (Alauda arvensis) y terreras comunes (Calandrella brachydactyla). Pero también abubillas (Upupa epops), pardillos (Carduelis cannabina), jilgueros (Carduelis carduelis) y verdecillos (Serinus serinus).


Pero la cosa solo había comenzado, encontré en medio del llano, en una pequeña depresión un soto espeso. Allí nacía lo que llaman el Manantial y eso es, un manantial. Allí hay gallinetas (Gallinula chloropus), ruiseñor común (Luscinia megarhynchos) y bastardo (Cettia cetti). Allí acuden familias de verdecillos (Serinus serinus) y jilgueros (Carduelis carduelis) a calmar su sed. Pero lo mejor, allí tiene un nido con pollos chillones una pareja de picos picapinos (Dendrocopos major). Curioso por que por allí hay pocos árboles.


Después me fui a las parte oeste de la cuadricula. Esta zona comienza a elevarse suavemente de los 750 metros sobre el nivel del mar. En las laderas hay campos de almendros, en los vallejos manchas de carrascas y monte bajo. Si seguimos subiendo aparecen buenos bosquetes de pinos salteados de viñas y algún olivar. También hay restos de dehesas, con sus carrascas en medio de tablas de cereal todavía cultivadas.



Aquí abundan las torcaces (Columba palumbus), los arrendajos (Garrulus glandarius), los mitos (Aegithalos caudatus), los herrerillos capuchinos (Lophophanes cristatus), las totovías (Lullula arborea) y los omnipresentes verdecillos (Serinus serinus). Este mosaico lo rompen algunas canteras de extracción de áridos. Precisamente estaba acabando la última estación de escucha en lo alto de una pequeña cantera abandonada. Aparte de torcaces (Columba palumbus) y mitos (Aegithalos caudatus) poco más. Cuando faltaban un par de minutos para acabar se me ocurre mirar a mis pies, al cortado. ¡¡¡¡Ostras tres pollos de búho real (Bubo bubo) con las plumas de vuelo pero conservando plumón en la cabeza!!!!


Enseguida los dos mayores levantaron el vuelo con soltura y se alejaron tras unos pinos. Uno de ellos se llevó en una de sus garras los restos de un gazapo que se le cayeron enseguida. El más pequeño de espaldas no se inmutó, saqué la cámara para hacerle una foto. Luego lo miré con los prismáticos, observé sus grandes ojos naranjas y como los abría más todavía cuando me reconoció como un peligro, levanto el vuelo sin ningún problema y desapareció tras los pinos. Increíble broche a una buena mañana de “pajareo”. Os recuerdo que el día de las escuchas nocturnas hace un mes observé un adulto a un kilómetro de aquí, al supongo progenitor de estos volanderos.


Se me olvidaba que por la mañana a primera hora en la balsa de El Pontón, 3 garzas reales (Ardea cinerea), 6 parejas de cigüeñuelas (Himantopus himantopus) que creo pronto empezarán la nidificación y los chorlitejos chicos (Charadrius dubius) junto a dos tarros canelos (Tadorna ferruginea) y una hembra de ánade azulón (Anas platyrhynchos).


EL AZAGADOR. EL DERRAMADOR Y ROMA.


2/06/07.

Comencé la mañana con una rápida parada en la habitual balsa de riegos de El Pontón. Allí pude observar 3 garzas reales (Ardea cinerea), dos cigüeñuelas (Himantopus himantopus), dos tarros canelos (Tadorna ferruginea) y los habituales chorlitejos chicos (Charadrius dubius).

El recorrido de censo en El Derramador, a orillas del río Magro. La única sorpresa fue el poder confirmar la presencia en los sotos del Magro la presencia de los dos pícidos comarcales el pito real (Picus viridis) y el pico picapinos (Dendrocopos major). No faltaron los frecuentes ruiseñores (Luscinia megarhynchos) y ruiseñores bastardos (Cettia cetti) acompañados de oropéndolas (Oriolus oriolus). Las especies que no pude localizar y que supongo presentes fueron el carricero común (Acrocephalus scirpaceus) y el torcecuello (Jynx torquilla). La mañana empezó ventosa y fresca y no pude perder mucho tiempo, necesitaba continuar con las estaciones de escucha.

Después proseguí por los alrededores de la pedanía de Roma. Esta zona se caracteriza por el cultivo intensivo de viña en espaldera, grandes campos sin setos que albergan alguna pareja de cogujada común (Galerida cristata) y alguna de collalba rubia (Oenanthe hispanica). Finalicé en los altos de la sierra de la Ceja, y me acerqué al nido de búho real (Bubo bubo). No había ni rastro de la familia y pensando en lo peor me encaramé a la ligera cueva donde estaba el nido. Había restos de un gazapo a medio comer, plumas de urraca, de torcaz y rojizas tipo ruiseñor, pero de la familia ni rastro. Di la vuelta a la cornisa y en otra vertiente pude ver a un pollo de espaldas. Rápidamente abandoné la zona felicitándome por la inteligencia de la madre que había traslado a su familia a un sitio menos visible. Antes se podía verlos desde una amplia pista y desde una viña aledaña.

Realicé un recorrido por la vertiente sur, en las ladera mas resguardadas hay bosquetes de viejos pinos, en los vallejos olivares aterrazados perdidos y abundante espartal en las zonas más abruptas. Ya eran las 11 de la mañana y el viento había amainado, el calor apretaba lo que hacía que apenas se viera movimiento. Enseguida una sorpresa, un cadáver reciente de un pollo de búho chico (Asio otus), me faltaba esta especie y estaba convencido que tenía que haber alguna pareja. Más adelante una pareja de mochuelos (Athene noctua) chillaba avisando a sus volanderos que se escondieran.



Más tarde continué por la parte baja de la rambla principal, aquí hay un buen bosque de ribera y en la ladera un buen pinar. Más ruiseñor común (Luscinia megarhynchos) y bastardos (Cettia cetti), abubillas (Upupa epops) y oropéndolas (Oriolus oriolus). En una viña vieja localicé un nido de zorzal charlo (Turdus viscivorus) y otro de pardillos (Carduelis cannabina). También encontré un nido de ratoneros (Buteo buteo) donde supuse que debía estar al observar dos adultos por la zoan hace quince días en la zona. El sistematizar los recorridos permite localizar muchas especies de las que simplemente podríamos suponer su presencia.