LAS AVES URBANAS II


La Tórtola turca (Streptopelia decaocto).



La Tórtola turca es un claro ejemplo de éxito gracias a una reciente expansión bien documentada; en 1932 sus poblaciones se localizaban en la zona de los Balcanes, desde entonces hasta 1956 se empezó a expandir por toda Europa central y llegó a Gran Bretaña donde se constató la primera reproducción ese mismo año. Ya en 1966 ya había saltado y ocupado todas las islas grandes. 

De Francia saltó a la península ibérica y tenemos las primeras citas en 1972 en la cornisa Cantábrica, la primera reproducción se documentó en Santander en 1974, desde ahí en tres ramas comenzó la expansión peninsular, una ocupó todas las zonas costeras del norte de España, otra corriente cruzó la cordillera cantábrica y se expandió por el centro peninsular y por último otra rama se expandió siguiendo el valle del Ebro y llegó al Mediterráneo, ya en los años noventa colonizó Baleares y Canarias. 

Su expansión parece estar favorecida por el aumento de temperaturas que le permitió prosperar en centro Europa, para ello se ayudó de la costumbre que tienen las tórtolas turcas que durante sus dos primeros años de vida se alejan y establecen en localidades cercanas hasta unos 100 km de distancia, mientras que las aves adultas permanecen sedentarias en las localidades donde anidan. otra causa que ayudó es que esta especie puede reproducirse en cualquier época del año, siendo el periodo habitual entre los meses de febrero a octubre y además realiza varias puestas con lo que compensa lo reducido de sus puestas que son solo de 1 o 2 huevos.


El Estornino negro (Sturnus unicolor)



Esta especie se distribuye por el Mediterráneo occidental, básicamente está centrada en la península ibérica, en las costas del norte de África hasta Túnez, en Sicilia, Córcega y Cerdeña. 

No hay que confundirlo con su pariente centroeuropeo el Estornino pinto (Sturnus unicolor) que viene a pasar los inviernos y se concentra en grandes bandos de hasta varios miles de individuos, al anochecer debajo de sus dormideros los excrementos pueden llegar a ocasionar molestias. Pero nuestro estornino negro prefiere grupos más pequeños y además es un gran cantor que gusta de ampliar su variado repertorio imitando a otras especies, al atardecer acostumbra a entonar sus frases con una buena potencia que llena de alegría lo alto de nuestros tejados y antenas. Otra de las peculiaridades del estornino es que en primavera y verano consume buenas cantidades de invertebrados mientras que en otoño e invierno prefiere ampliar su dieta añadiendo los frutos y semillas que tenga disponibles.


La Lavandera blanca (Motacilla alba)



Debe su nombre a que gusta de caminar incansable cerca de arroyos y puntos de agua atrapando sus presas. Es un ave insectívora que diezma las abundantes larvas de moscas y mosquitos que se desarrollan en los encharcamientos, por tanto respetar a esta elegante andarina. En nuestro país es sedentaria y ocupa muchas poblaciones, parques y campiñas evitando las zonas muy áridas y los bosques muy densos. Todos los inviernos vienen muchas lavanderas europeas huyendo de la escasez de recursos que provocan los fríos inviernos y aumentan el número de lavanderas que corretean por nuestras calles, jardines y ramblas.


El Colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros)



Como la lavandera esta especie es sedentaria e insectívora a la que en otoño e invierno se suman muchos congéneres centroeuropeos. A los colirrojos los podemos encontrar no sólo en nuestros pueblos, también en campos y huertas, gustan posarse en oteaderos agitando su cola que viste un llamativo rojizo que nos sirvió para ponerle el nombre. Al principio los colirrojos se reproducían en roquedos pero pronto se dieron cuenta que nuestros tejados y terrazas eran similares y además podían alimentarse con facilidad gracias a los muchos invertebrados que hay en las ciudades. Sus puestas son de entre 2 y 8 huevos, sitúan sus nidos que son una especie de copa de ramitas, musgo y plumas en agujeros, en repisas techadas y estantes de lugares tranquilos.


El Mirlo común (Turdus merula)



Esta ave de la familia de los túrdidos es de tamaño mediano, el macho va vestido de un color negro brillante, con un llamativo pico y  el anillo ocular amarillos, las hembras y juveniles tienen un plumaje más sobrio de color marrón oscuro. Se pueden confundir con los también enlutados estorninos negros de los que se diferencia, entre otras cosas en el tamaño y que los mirlos prefieren ir solos y corretear por jardines con árboles y setos rebuscando lombrices y todo tipo de insectos, en otoño complementan su dieta con frutos y bayas. Tienen un característico grito de alarma que lanzan con estruendo cuando se sienten amenazados y de un salto salen volando para refugiarse en la espesura.


El Cernícalo vulgar (Falco tinnunculus)



Este pequeño halconcillo de unos 75 centímetros de envergadura gusta de patrullar muchos rincones de nuestros pueblos y campos circundantes en busca de sus presas, para ello llega a quedarse en vuelo quieto sobre un punto, cernido con sus poderosos aleteos y con la cola abierta en abanico, con la mirada fija en alguna posible presa, de ahí su nombre. Se alimenta de saltamontes, lagartijas y ratoncillos, pero como buen cazador oportunista no desprecia algún pajarillo herido o  caído del nido. Respetemos a este pequeño predador que mantiene a raya a roedores e insectos. En el occidente comarcal había cernícalos primillas (Falco naumanni) pero se extinguieron y ahora Consellería tiene proyecto para reintroducirlos en Camporrobles.







Fotos y texto de Rafa Muñoz 2016.






LAS AVES URBANAS I

San Antonio



Las aves entre sus múltiples virtudes tienen una que les da mucha ventaja, es su adaptabilidad. Conforme se fueron desarrollando los núcleos urbanos muchos animales se dieron cuenta que estos les facilitaban muchas oportunidades, por enumerar algunas señalar la abundancia de alimento gracias a los granos que almacenamos, a los muchos restos de nuestros alimentos, a la abundancia de insectos… Otra ventaja que obtenían viniendo a pueblos y aldeas es la seguridad porque la mayoría de los predadores son reacios a acercarse a nuestras casas, además nuestras viviendas les proporcionaban muchos refugios seguros donde dormir, construir sus nidos y reproducirse.

Gorrión común (Passer domesticus)


Una descripción de las aves más habituales que prosperan en nuestros pueblos puede empezar por el ave más habitual y característica de los medios urbanos, el Gorrión común (Passer domesticus). Con una media de 32 gramos y viviendo solo 3 años en libertad gracias a nuestros abundantes deshechos puede encontrar suficiente comida para prosperar, hace su nido donde pone entre 4 y 5 huevos y puede hacer varias puestas anuales, esto es suficiente para garantizar su expansión. Ha seguido a los europeos en la colonización del mundo y hoy está presente en ciudades en todos los continentes excepto en la Antártida. Cuando sus pollos empiezan a crecer es muy habitual que antes de volar se caigan al suelo y puede que nos los encontremos, pero no están abandonados, no os los llevéis a casa porque a buen seguro que se os morirán. Como mucho si hay peligros en la zona ponerlos en algún punto alto y alejaros, sus padres estarán observando y en cuanto os vayáis acudirán a alimentarlo y cuidarlo. Pero la prosperidad del gorrión parece que ha tocado techo, estudios recientes han demostrado que en grandes urbes sus poblaciones están menguando e incluso han desaparecido de algunas zonas sin que  todavía tengamos muy claro cuál o cuáles son las causas.

2 golondrina común (Hirundo rustica) y una golondrina daúrica (Cecropis daurica) .


La Golondrina común (Hirundo rustica) es otra especie bien conocida de todos porque gusta de construir sus nidos en corrales y altillos. Es una especie migradora que con su vuelta nos anuncia la llegada de la primavera. Con apenas 18 gramos de peso es capaz de viajar al sur del Sáhara y regresar al lugar donde nació para volver a reproducirse. Una vez acabada, al final del otoño regresan al sur. Cuando os molesten sus excrementos recordar que la golondrina es un aliado nuestro ya que consume una gran cantidad de moscas y mosquitos que atrapa al vuelo, estudios calculan que cada golondrina consume unos 850 insectos al día, respetarlas ya que son el mejor y más natural insecticida y además es gratis.

Avión común (Delichon urbicum) 


El Avión común (Delichon urbicum) es muy parecido a la golondrina en sus costumbres ya que también es un insectívoro que está protegido por las leyes. Una de las cosas que le diferencia de la golondrina es que los aviones gustan de agruparse en colonias para construir sus nidos debajo de los aleros de nuestros tejados, ello provoca que sus excrementos sean más patentes y provoca que se destruyan algunas colonias. Respetarlos y recordar que un mayor número de aviones cerca de vuestra de casa implicará que estos consumirán la gran mayoría de los insectos que os puedan molestar.

Vencejo común (Apus apus)


El Vencejo común (Apus apus) otro insectívoro y migrador que aprendió que debajo de nuestras tejas y en las grietas de nuestros edificios se podía reproducir. Esta especie es la  mejor voladora de todas las aves ya que solo se posan para entrar en sus nidos a incubar y para cebar a los pollos. El resto de su vida está volando sin parar, duermen y copulan en el aire, atrapan insectos voladores abriendo su boca, beben pasando en vuelo rasante por estanques y piscinas, todo esto gracias a su diseño aerodinámico y con un mínimo gasto energético. Ocasionalmente alguno cae al suelo y al tener unas alas tan largas y las patas tan cortes no pueden levantar el vuelo, si os encontráis alguno en el suelo, cogerlo con cuidad ya que tienen unas afiladas uñas y lanzarlo al aire, con ello lo salvaréis de una muerte segura.


Paloma bravía (Columba livia)



La Paloma bravía (Columba livia) es el origen de las palomas domésticas, nuestra paloma doméstica (Columba livia domestica) es una subespecie y por tanto ambas pueden reproducirse sin problemas. Domesticada ya por babilonios y egipcios, fue en otras épocas un recurso alimenticio muy utilizado al consumirse sus pichones que llegaban a considerarse como un manjar. Alrededor de la paloma se han desarrollado toda una serie de usos denominados Colombicultura, de las palomas mensajeras de antaño a los actuales concursos de palomos de raza y palomos deportivos, su relación con el hombre ha evolucionado pasando hoy a estar desprestigiada fuera de los círculos de los colombicultores. El aumento de sus poblaciones en las grandes ciudades ha hecho patente lo dañino de sus excrementos en monumentos, además muchas enfermedades se ven favorecidas por sus parásitos, todo esto ha conseguido que sean mucho menos populares, pero siguen siendo parte de nuestra historia y comparten nuestros pueblos llenándolos de vida.


 Texto y fotos de Rafa Muñoz.

AVES EN LA PRIMAVERA DE REQUENA.


16/03/2016

Balsa grande el 16 de marzo.


En esta época del año de cambios climatológicos se juntan en nuestras tierras especies invernantes que retrasan su salida al norte de Europa, con aves que solo podemos observar en estas tierras en los pasos migratorios, por tanto aves migratorias, junto con las aves estivales que se reproducen en la comarca y que empiezan a llegar después de pasar la crudeza del invierno en el sur. A todas ellas hay que añadir las especies sedentarias que podemos encontrar todo el año en Requena-Utiel. Con un invierno tan seco y con los riegos en Campo Arcís los caudales almacenados son mínimos.

Pinzón real (Fringilla montifringilla)


De las aves invernantes en El Pontón había un avefría europea (Vanellus vanellus) y en la vega del río Magro, cerca de la fuente Flores, un precioso macho de pinzón real (Fringilla montifringilla).

Pareja de tarro blanco (Tadorna tadorna)
Algunas aves estivales ya ha llegado, por ejemplo una pareja de tarro blanco (Tadorna tadorna) que se reprodujo aquí el año pasado por primera vez y también 12 chorlitejo chico (Charadrius dubius).


Chorlitejo chico (Charadrius dubius)

Agachadiza común (Gallinago gallinago)


Pato colorado (Netta rufina), macho.



Señalar de entre las aves migratorias la presencia de un grupo de 4 agachadiza común (Gallinago gallinago) que descansaban tranquilas gracias un plumaje críptico que les permite volverse invisibles cuando están inmóviles. También tres pato colorado (Netta rufina), un macho y dos hembras y un limícola, un correlimos común (Calidris alpina).


Correlimos común (Calidris alpina)


Texto y fotos de Rafa Muñoz.