EXCURSIÓN ANUARI PAÍS VALENCIÀ 2012

El pasado sábado 3 de marzo realizamos la salida anual del Anuari Ornitologic País Valencià, el lugar elegido fue el Fondo d'Elx y el resto de zonas húmedas del sur de Alacant, estuvo perfectamente conducida por dos jóvenes valores de nuestra ornitología, Julio Merayo y Guille Mayor.


1. El Fondo d'Elx

A las 8.15 de la mañana estábamos en la puerta norte del Fondo dos coches de Castelló y dos de València. La primera parada  la hicimos en la Balsa de Poniente tenía unos bajos niveles de agua pero albergaba gran variedad de aves, destacaba un buen número de flamencos y de tarros blancos. Sobre un poste un águila pescadora desayunaba un gran pez, en otros postes descansaban águilas calzadas que pasarían de la decena. Algún aguilucho lagunero levantaba bandos de limícolas mientras las avefrías deambulaban por las orillas fangosas.



Subí a l a torre observatorio donde Jordi Miralles estaba muy callado y centrado en el ocular de su catalejo, Rafa esto no es el águila moteada, me dijo. Una corpulenta rapaz, oscura por el contraluz, posada en el suelo comía algo. Enfoque mi KOWA y lo pude ver mejor, tenía los restos de una gaviota reidora entre sus garras. Con aumentos se distinguía su estructura corpulenta, su pico robusto y un ligero moteado propio de un ejemplar joven. Llamé al resto para que lo confirmaran ya que para la mayoría era nuestra primera cita con la especie. Efectivamente era un águila moteada (Aquila Clanga) pero evidentemente no era Tonn que ya es un adulto. Tonn es una moteada que lleva desde 2008 invernado en esta zona, se le reconoce porque de pollo le pusieron una mochila transmisor que permitió seguir sus movimientos varios años. Este año todavía se le distinguía por la antena que lleva en la espalda.



Águila moteada (Aquila clanga) en el embalse de Poniente, el Fondo d'Elx



De regreso al camino central nos detuvimos para disfrutar dos pájaros moscones que resaltaban entre el gran número de mosquiteros y algún ruiseñor bastardo. Unos metros más y llegamos a las pasarelas y a la torre que dan acceso a observar la balsa de Levante. Allí somormujo lavanco haciendo el espejo, su baile nupcial, zampullín cuellinegro, porrón común, ánade silbón, ánade friso, pato colorado, cerceta común, azulones y malvasías.



En las orillas del camino hay una hilera de enormes eucaliptos, sobre las ramas de uno de ellos resaltaban los restos de una aguja colinegra a medio consumir por alguna rapaz. Un par de bigotudos se dejaron oír un momento pero nadie pudo verlos. Sobre los cielos una nube de hirundínidos entre los que destacaban varios vencejos reales y mas numerosos los pálidos, pero el grueso lo formaban aviones roqueros, aviones comunes y alguna golondrina común, su presencia temprana demostraba que la primavera ya está aquí.


2. La Reserva Integral

A las 11.30 abandonábamos el interior del embalse propiedad de Comunidad de Riegos de Levante para dirigirnos a la reserva integral. Gracias a una estrecha pasarela que lleva a una caseta con vistas a la reserva integral pudimos observar unas pocas anátidas y algún flamenco. De repente Julio Merayo y Guille nos dijerón: ¡dos bigotudos aquí mismo entre las cañas! Tuve suerte de en la tronera adecuada, allí mismo se oían sus típicos silbidos suaves, pero dentro del carrizo, apenas un corto vuelo les sirvió para alejarse de esa caseta que parecía querer volcarse de lado ante el apelotonamiento de un  grupo de ornitólogos talluditos. Pude hacerles una pésima foto testimonial pero os aseguro que se ve mas que lo que percibimos algunos privilegiados, pudimos intuir un dorso ocre y una larga cola. Poco después un temprano carricerín común se sumo a la fiesta con su canto.


3. Santa Pola



Con la moral por las nubes nos fuimos a comer y compartir nuestras mejores las vivencias que llenan nuestros cuadernos de campo y recuerdos inolvidables.  Luego paramos en las salinas de Santa Pola, más flamencos y tarro blanco estaban acompañados de avocetas que nos obsequiaron con una fugaz cópula. Agujas colinegras, archibebe común y andarríos chico. Gaviotas patiamarillas, reidoras y picofinas. Garzas reales y garcetas grandes ya generalizadas en todos nuestros humedales.



4. Cabo de Santa Pola

Después el objetivo era el cabo de Santa Pola para intentar completar la tarde con algún bisbita de Richard pero no tuvimos suerte por mas que repasamos los abundantes bisbitas comunes que frecuentaban la zona entre tarabilla común, curruca capirotada, cabecinegra, rabilarga y pardillos mientras por el cielo patrullaban dos gaviotas de audouin y en la orilla pescaban garcetas comunes. 



5. El Clot de Galvany

Después llegamos a Clot de Galvany donde habíamos quedado con Toni Zaragozi que realizó la foto de grupo. El Clot es un pequeña balsa, un oasis verde entre urbanizaciones, que estaba muy mermada de agua pero pudimos observar gallinetas, cerceta común, lavandera cascadeña y blanca, agachadiza común y dos alcaravanes que sobrevolaron el carrizo, acompañantes esteparios a una mayoría de aves acuáticas mientras un alcaudón meridional, un pinzón vulgar y varias abubillas reclamaban su parte del protagonismo.



6. Las dunas de El Altet

Acabamos la jornada volviendo a probar suerte con el bisbita de Richar en las dunas frente al Altet pero volvimos a fallar aunque pudimos comprobar la presencia de cogujadas montesinas playeras, algo sorprendente por la aparente contradicción que encierra el nombre común de este aláudido.

Santa Pola

Solo quedamos Juan A. G. Pertegaz y yo para irnos a dormir a Santa Pola para continúar solos al día siguiente. Con las primeras luces y de nuevo entre las Salinas de Bonmatí y las del Bras del Port pudimos volver a disfrutar de las dos pagazas piquirrojas que descansaban acompañadas de varias gaviotas cabecinegras y reidoras con plumajes nupciales, mientras las picofinas resaltaban con sus llamativos reflejos rosados. En la Torre del Tamarit bajo la mirada de las gaviotas patiamarillas había un grupo de vuelvepiedras que se dejaron hacer alguna foto, al otro lado de la nacional cigüeñuelas y andarríos bastardo, frente a dos archibebe claro.



7. La Mata, Torrevieja



Continuamos camino al sur hasta la laguna de La Mata, en la zona de viñedos dos pitos reales resaltaban entre pardillos, perdices, jilgueros y cogujadas comunes. Ya en el observatorio de la laguna sobre una isleta repleta de cormorán grande algunos se soleaban vestidos con su contrastada librea nupcial, en las orillas se alimentaban un nutrido grupo de limícolas donde los más abundantes eran los correlimos común, salteados algún tridáctilo y correlimos menudo, más grandes los chorlitos grises contrastaban con los chorlitejo chico y patinegro. En el centro de la laguna gaviotas picofinas nadaban balanceándose con el ligero oleaje que levantaba el poniente.



8. Embalse de La Pedrera

Abandonamos la costa para acercarnos al embalse de La Pedrera, sus agual de un intenso azul contrastaban con la rala vegetación con dominancia de espartos, solo pudimos observar algún tarro blanco en la zona de la presa mientras una pareja de cernícalos aparentaban vuelos nupciales. En la cola se adivinaban las siluetad de grandes bando de anátidas pero sin posibilidad de identificar más que alguna focha común.



9. Sierra Escalona

Seguimos al siguiente objetivo; la Sierra de Escalona. Paraje muy similar a los de la comarca de Requena Utiel, con viñas, almendros en flor y en las crestas un frondoso pinar pero todo vallado y sin posibilidad de separarse de la carretera. Dejamos el coche en la puerta de casa, junto a la carretera y nos sentamos en el pretil, enseguida nos pasó un águila calzada que un poco mas adelante estaba junto a otras tres. Chillaba un ratonero que no conseguíamos ver y cuando lo tuvimos enfocado con los prismáticos picó sobre él un águila perdicera joven. En la loma contigua otra perdicera planeaba sin esfuerzo con las térmicas del medio día. Fue una hora intensa saltando de una rapaz a otra, de perdicera a ratonero, de calzada a cernícalo y todas estas especies varios ejemplares distintos. No defraudó las expectativas que nos habíamos hecho.



10. Salinas de San Pedro de El Pinatar

Acabamos la mañana en las Salinas de San Pedro del Pinatar donde no vimos nuevas especies pero donde es más fácil hacer fotos a flamencos, agujas y archibebe por lo transitado del camino a las salinas y lo habituadas que están las aves a la presencia humana. Un arroz y un poco de vino pusieron el colofón a un intenso fin de semana de pajareo con la mejor compañía posible una sabia mezcla de juventud y madurez, de gentes del sur, Alacant, del norte, Castelló y del centro, València, de lenguas;  del Valenciano, del Español y del Inglés. 





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