El crimen del tasón



En el número 416 de la revista Quercus, José Carlos de la Fuente escribió un magnifico artículo titulado: “Tejones y avisperos. Como interpretar los rastros de un saqueo”. Dio la casualidad que pocos días antes de leerlo, en un barranco cerca de Los Ruices, Requena, encontré algo que no supe interpretar y gracias a este artículo entendí lo que había visto. Pero vayamos al principio de esta pequeña historia. 

4 de octubre 2020

Era cerca del mediodía y regresaba al coche después de una ruta de observación de aves. Caminaba paralelo a la rambla de Los Ruices mientras un grupo de Grajilla occidental (Corvus monedula spermologus) chillaba alertando de mi presencia con sus graznidos. En un lateral arenoso del barranco casi tropecé con un agujero que dejaba a la vista un gran panal de avispas que rondaban la zona bastante enfadadas, prudentemente me alejé del lugar. Dentro se veía una gran bola de papel grisáceo, rota que dejaba ver claramente las típicas celdas de los panales.  




José Carlos en su artículo, como un experto CSI que interpreta los rastros de la naturaleza, explicaba lo que yo había encontrado. Había sido testigo de un delito, por tanto había un responsable y una víctima, sin duda en este caso el malandrín era un Tejón (Meles meles). 




Los tejones son unos mamíferos de la familia de los mustélidos, en la Comarca de Requena-Utiel los conocemos con el nombre de “tasón", "tasones”. El tejón es paticorto pero sus pies y manos son poderosos, acaban en unas fuertes uñas lo que les permite excavar con gran facilidad. Alcanza hasta los 80 cm de longitud, a lo que hay sumar hasta 16 cm más de cola y los ejemplares más grandes llegan a pesar hasta 15 kg. Es un animal eminentemente nocturno que vive en grupos familiares, se vale de un excelente sentido del olfato y del oído para encontrar una amplia gama de recursos que van desde insectos, reptiles, fruta o incluso carroña, por tanto son omnívoros.




Las víctimas de este crimen son avispas, en concreto la avispa Chaqueta amarilla o Avispa alemana (Vespula germánica). Estos insectos pertenecen al orden de los Himenópteros, gustan de hacer un nido con forma de una gran bola, dentro construyen las típicas celdas donde depositan los huevos. Para conseguirlo mastican fibras vegetales que al mezclarse con su saliva hacen una pasta de papel que pueden modelar. Para esconderlo excavan en suelos arenosos o escogen huecos protegidos. La bola del nido puede llegar a los 90 cm de diámetro y contener entre 8.000 y 12.000 celdas, lo que permite mantener colonias de entre 3.000 y 4.000 ejemplares, incluso pueden llegar hasta los 15.000 individuos. 




El delito consistió en una excavación lateral que permitía alcanzar la bola del nido, al romperla accedieron a un montón de larvas y huevos suculentos que comieron a toda prisa. Las avispas para defender su panal intentarían picar con furia a los agresores, pero los tejones tienen un grueso pelaje que les cubre en la práctica totalidad, solo la húmeda trufa de su nariz es susceptible de recibir picotazos, para esconderla los tejones arrugan el morro intentando aguantar los picotazos, la recompensa vale la pena. 



Un vez supe lo que había ocurrido volví al lugar de los hechos para intentar hacer unas fotos pero no pude regresar hasta 20 días después. Sin duda los tejones habían visitado el panal varias noches más hasta acabar con todo el nido, solo quedaban unas pocas avispas desoladas y entumecidas por el frío de finales de noviembre, la bola de papel había desaparecido totalmente. 

Por suerte la naturaleza es sabia, las avispas se reproducen a principios de otoño, para ello de cada colonia nace una generación de machos y reinas. Una vez fecundas las matriarcas, los machos mueren y ellas se entierran para hibernar y preparar un nuevo panal. La colonia original y todo el resto de miembros mueren ese mismo otoño. Por tanto los tejones solo habrían acelerado un poco una muerte próxima, a cambio habían llenado su cuerpo con valiosos nutrientes que sin duda les ayudarán a afrontar un invierno de escasez. 

¡Visto para sentencia!

Como juez de paz natural, declaro a la familia de los tasones... 

¡Culpables! 

Como multa deberán alejarse de los nidos de avispas hasta el próximo otoño. 

¡Caso cerrado!



Texto y fotos de Rafa Muñoz.


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