Un Falaropo picogrueso en Requena

Falaropo picogrueso (El Pontón) Arxiu RMiB


Entre el 16 y el 18 de noviembre un pequeño falaropo picogrueso (Phalaropus fulicarius) ha visitado la balsa del Pontón. Esta es un ave singular que vive en el mar abierto y pertenece al grupo de los limícolas, a la familia de los escolopácidos. Es un pájaro pequeño que cuenta con una longitud de entre 20 y 22 cm, por tanto es ligeramente más pequeño que los conocidos mirlos.

En época de reproducción elige para criar zonas llanas próximas a las costas o zonas lagunares en la tundra que rodea el ártico. Su singularidad es que esta especie invierte los papeles reproductivos habituales. Las hembras tienen un plumaje rojizo muy vistoso y son más grandes, ellas son las que cortejan persiguiendo a los machos, hacen la puesta y después desaparecen para desplazarse a su zona de invernada. Se ha comprobado que hasta dos hembras pueden poner los huevos en el mismo nido regentado por un macho, también pueden hacer dos puestas que sitúan en dos nidos distintos, esta estrategia se llama poliandria.

Los machos son los encargados de la incubación y el cuidado de los pollos, por tanto lucen plumajes mucho menos llamativos. Cuando los pollos tienen un día vida acompañan al macho a lagunas con aguas tranquilas donde se alimentan por sí mismos, el progenitor cuida de ellos hasta que pueden volar.

El paso migratorio postnupcial se produce entre finales de julio y noviembre. En las costas españolas se observan grupos de falaropos en el mar Cantábrico, en las proximidades de las costas gallegas, así como en el área del estrecho de Gibraltar. Cuando hay fuertes temporales buscan refugio en aguas costeras más tranquilas, pero cuando los vientos son muy fuertes algunos ejemplares se pierden por el centro de la península Ibérica y este es el caso de nuestro pequeño visitante. Se da la circunstancia que era una especie que nunca antes se había detectado en la comarca de Utiel-Requena. 


Falaropo picogrueso (El Pontón) Arxiu RMiB


Inverna en aguas próximas al trópico, se supone que la principal área de invernada de los falaropos europeos está en el Atlántico, frente a las costas africanas. En el paso migratorio previo a la reproducción suelen regresar a sus zonas de cría directamente viajando por en medio del océano.

Estas aves se alimentan de invertebrados que recogen en la superficie del agua ayudados por su pico fino y largo, similar a unas pinzas de cirujano, mientras nadan con agilidad impulsados por sus dedos lobulados. Complementan la dieta con moluscos y crustáceos.

Este año los fuertes temporales de noviembre han empujado algunos especímenes a zonas del interior y a las costas del Mediterráneo. Este otoño llevamos dos citas en el País Valencià. La primera ave la detectó Andrés Balfagón en los canales de La Llosa, el 5 de noviembre y el jueves 16 de noviembre Daniel Domingo avistó el ejemplar que llegó a la balsa del Pontón.

El falaropo que ha parado en el Pontón se alimentaba de larvas de insectos quironómidos (G. Llorens el foro Pajareros País Valencià). Se trata de unos dípteros similares a los mosquitos que son frecuentes en aguas continentales contaminadas, como, por desgracia, es el caso del río Magro.

Yo pude acercarme el atardecer del viernes 17 y allí seguía alimentándose sin parar. Se deduce que llevaría varios días sin comer, perdido tierra adentro, alejado del mar. El encontrar las balsas de riego de la Comunidad de Regantes de Campo Arcís ha sido su salvación, después de recuperar fuerzas, el domingo 19 se ha marchado buscando el mar.


¡Buen viaje y mucha suerte falaropo! 


Falaropo picogrueso (El Pontón) Arxiu RMiB


Texto y fotos Rafa Muñoz, 2023.


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