Hablé por teléfono con Toni López de los cernícalos primillas (Falco naumanni), él los había visto entrar a un hueco bajo unas tejas en una de las casas de labor de la zona. Yo no he podido volver a verlos a pesar de esperar, alejado con catalejo en ristre, así que esperaremos ansiosos noticias.
Pero esta zona no deja de sorprenderme. En los pasos migratorios hemos detectado chorlitos carambolos (Charadrius morinellus) en varios años consecutivos. Hace tres años una pareja de elanios (Elanus caeruleus) se reprodujo al amparo de una soberbia carrasca. Abundan los alcaravanes (Burhinus oedicnemus) y hasta hemos podido detectar un macho de sisón (Tetrax tetrax) y una ortega (Pterocles orientalis) despistada en septiembre.
Cogujada común (Galerida cristata)
Respecto a los pasos migratorios hemos visto cigüeña negra (Ciconia nigra), bandos enormes de abejeros (Pernis apivorus), aguiluchos cenizos (Circus pygargus), milanos reales (Milano Real), negros (Milvus migrans) y águila pescadora (Pandion haliaetus).
Apretaba el calor y eran apenas las 8 de la mañana. Yo estaba resguardado a la sombra del coche, sentado delante del catalejo que apuntaba a la mínima casa de labor donde deberían estar los primillas. Me sobrevolaban muy cerca los vencejos reales (Apus melba) y comunes (Apus apus). Sus rápidos aleteos se podían oír. De los primillas ni rastro. Muy cerca, en otra casa próxima los cernícalos vulgares (Falco tinnunculus) entraban y salían incansables de un hueco de un olmo seco para cebar a sus pollos.
Terrera común (Calandrella brachydactyla).
Algo más lejos las cornejas negras (Corvus corone) inquietas vociferaban y no dudaban en perseguir al cernícalo cuando se les acercaba más de la cuenta. Yo seguía esperando. Un trino repetitivo me sorprendió. Gire la cabeza y menos de 10m y una modesta terrera me miraba desde lo alto de un “gasón”, término local utilizado para llamar a un modesto terrón levantado al paso del arado. Tuve el tiempo justo de girar el telescopio, encender la cámara e inmortalizar a una nerviosa terrera (Calandrella brachydactyla).
Tenía sin duda el nido cerca, revoloteaba capturaba insectos y siempre seguía la misma ruta de acceso al nido. Cogía la linde del campo desnudo en barbecho con el trigal amarillento contiguo. En el límite un sin fin de hierbas verdes y floridas marcaban la ruta. Al final descendía siempre en el mismo lugar. Allí escondía a su descendencia a la sombra de algún cardo.
Collalba gris (Oenanthe oenanthe)
Críar es sufrido pero el ocio también está permitido a estas aves miméticas, entre ceba y ceba se acercaba al camino y se bañaba en la fina arena triturada por las ruedas. Con estos baños consiguen limpiar de parásitos sus plumajes. A falta de agua una fina tierra es lo mejor que puedes encontrar.
No deparó más sorpresas la mañana a excepción de los cantos de las codornices (Coturnix coturnix) sumergidas en ese mar amarillo que es el cereal en estas fechas, el levantar a un alcaraván (Burhinus oedicnemus) de otro barbecho para refugiarse en un campo de almendros y el disfrutar con los 4 pollos volanderos de una familia de collalbas grises (Oenanthe oenanthe).
En esto de la ornitología, con paciencia, puedes disfrutar de especie rara o alucinar con una simple terrera y cada día me gustan más las humildes terreras, las alondras, las cogujadas, las calandrias y los bisbitas campestres, la simple y hermosa familia de los alaúdidos.
Mensaje de Rafa Muñoz en el FORO SVO Aves.
Fotos de Rafa Muñoz, FONS FOTOGRÀFIC SVO.
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